Ella venía caminando lento, cansada, agitando su mano sobre su pelo y su pelo contra el viento, castaño. Ella se acercaba, intentaba sonreír, intentaba dibujar una sonrisa en su rostro frío y pálido, intentaba alegrarme el día, pero no podía, le resultaba imposible. Ella se detuvo en el camino, lleno de flores de colores, lleno de rosas que arrancó. Ella corto solo rosas blancas, con sus manos las jaló y las sostuvo. Ella al llegar a mí, sonrió por fin, sus labios rojos se destiñeron, su sonrisa me deslumbró, sus manos se revolcaban de dolor, y al darme las rosas, lanzó su última lágrima, y las rosas, eran rojas ahora.
sábado, 31 de julio de 2010
Las Rosas Rojas
Ella venía caminando lento, cansada, agitando su mano sobre su pelo y su pelo contra el viento, castaño. Ella se acercaba, intentaba sonreír, intentaba dibujar una sonrisa en su rostro frío y pálido, intentaba alegrarme el día, pero no podía, le resultaba imposible. Ella se detuvo en el camino, lleno de flores de colores, lleno de rosas que arrancó. Ella corto solo rosas blancas, con sus manos las jaló y las sostuvo. Ella al llegar a mí, sonrió por fin, sus labios rojos se destiñeron, su sonrisa me deslumbró, sus manos se revolcaban de dolor, y al darme las rosas, lanzó su última lágrima, y las rosas, eran rojas ahora.
Homicida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario