"Un hombre feliz no puede ser escritor porque no tiene tiempo".
Paul Theroux

sábado, 19 de junio de 2010

Y La Gente, Ya No Supo De Más

De pronto,
el cielo se abrio
para dar paso a
nubes rojas graciles
de entre el cielo gris.
Del cielo cayeron gruyas negra
avisando el final
como profecia.
El gorgoteo de la sal
calcinaba todos los techos y azoteas,
quemaba las pieles desnudas del mundo.

La gente caminaba sin caminar,
sin ver donde pisaba o a quien pisaba.
Dejaron también de ver con los ojos.
La gente, dejo de hacer sus quehaceres diarios.
Ya no hablaban de nada,
ni del futbol,
ni de la musica,
ni del clima.
Ni del trafico de la avenida 9,
ni de la vecina de los perros del ultimo piso,
ni del calor que hacia sudar al sudor,
ni del mal vestido,
ni del pobre.
Ni de la soledad,
ni de la muerte,
ni de la destruccion
o el caos.
Simplemente no hablaban.
Sus labios solo se movian.

Solo esperaban,
sentado o parados,
dormidos,
acostados,
en su lecho.
Esperaban la soledad,
la aproximacion de la muerte,
la destruccion del mundo
que se resquebrajaba lentamente.

Tu solo te sentaste atras
a ver como se destruia el mundo,
como solia la gente viendo television.

Todos los nombres fueron pisoteados
y tirados al abismo uno por uno.

Y al final,
cuando ya nada quedaba,
ellos se dieron cuenta que
nada había pasado,
que era su mente la que se había venido
destruyendo lentamente con el pasar del tiempo,
y que el mundo,
tal caos como se ve
había sido siempre del mismo modo.

Homicida

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